miércoles, 20 de octubre de 2010

Llegó Octubre


No es que se me acabaron los temas, pero el tema es ... cuál es el tema.
Son muchas las cosas que van pasando a lo largo del mes, muchas las cosas sobre las que escribiría, pero la escazes de tiempo libre que últimamente me acecha, me deja sin espacios para dedicarme un rato a escribir y a hacer un poco de catársis bloggera.
Y hablando de escazes y hablando de tiempo, y de tiempo libre sobre todo, la verdad es que estas últimas semanas han estado marcadas por eso: POR LA ESCAZES DE TIEMPO LIBRE, y por la necesidad de encontrarlo y una vez encontrado saber que hacer con él, como si al final el tiempo libre también hubiera que ocuparlo en hacer ALGO, como si al final el tiempo libre también tuviera que ser productivo.
Que dilema... cuando en realidad este tiempo para uno, no debiera servir más que para hacer lo que a uno se le cante la gana, y no porque el día está lindo hay que salir a hacer deporte, o porque es sábado a la noche hay que salir, o porque es domingo hay que leer el diario que no leiste en toda la semana... NO, NO, NO.
Reivindico el ocio como un valor en si mismo (aunque a veces me cuesta practicarlo). El ocio como si fuera una actividad vital, se come, se duerme, se respira y se OCEA? Bueno algo así.
De tan cansada y ocupada que ando, trato de hacer ocho millones de cosas cuando llega el tiempo libre, y al final termino más cansada que antes, echada en una camilla y con una china de manos prodigiosas haciendome masajes para borrar de mi espalda tanta agenda cargada de obligaciones y de no obligaciones también.
Pero como siempre hay revancha... y esta no va a ser la excepción, descubrí los otros días que ya no debería esforzarme en hacer de mi tiempo libre un momento productivo o un hecho anecdótico, porque me encontré feliz tirada panza arriba leyendo al sol (sin tiempo), tirada panza arriba en la cama abrazada a mi bolsa de agua caliente, escuchando música y recibiendo masajes en lo pies, tomando un rico vino un martes cualquiera con amigas y sin mucha previsión y el rato en el que escribí esto también. Y cada uno de estos momentos fueron como dos días en la playa de esos en los que uno pierde tanto tiempo organizando y yendo para a veces volver más cansado.

Y eso nomás.
Todavía hoy tengo tiempo libre... me voy a cocinar.