viernes, 29 de enero de 2010

Cuando la tele te sorprende


Miércoles, 11 de la noche, 32 grados de calor pegajoso y toda mi videoteca agotada... no quedó otra opción que meterme de cabeza en el frenético mundo del zapping, porque era la noche perfecta para ver tele.
Cómo nunca, bastaron pasar solo dos canales, hasta que me atrapó el paisaje de un lago alucinante, rodeado de montañas a 1500 metros de altura en Guatemala, muy cerca de la ciudad de Antigua.
El programa trataba de españoles que viven por el mundo.
Primero fué la historia de Maite, una vasca de Bilbao que hace cinco años que vive en el pueblo de Sololá sobre el lago de Atitlán, donde un día llegó de visita, se enamoró del paisaje, construyó una posada y nunca más pudo irse.
Después, y previo cruze del Atlántico, pasaron una serie de historias de españoles viviendo en Amsterdam, cada una linda a su manera.
Hasta que llegó la historia de Marga, una mujer de unos sesenta y no se cuanto.... con una sonrisa enorme y llena de alegría. Ella llegó a la nota, montada en su bicicleta y con una vitalidad envidiable.
Marga además de ser curadora de un museo de arte moderno, tiene su propia galería de arte, en sociedad con un holándes, que fue el culpable de que ella ya estuviese viviendo ahi hace 30 años.
Recorrieron con el periodista toda la colección de cuadros de su galería, los propios y los que estaban a la venta.
Se detuvieron en uno que era el que a ella más le gustaba, no me acuerdo el nombre de la obra, ni del artista, si de que el cuadro tenía una expresividad particular y era muuuuy lindo.
La razón por la cual era el preferido de Marga, era porque entre una de las cosas que representaba, estaba la idea de que los brazos son cómo extensiones del corazón... y esa idea a mí también me cautivó, tanto que casi sin darme cuenta, me ví escribiendo en un borrador palabras sueltas: Dejar pasar, dejar salir, soltar, aferrar, tomar, elegir, abrazar....todas acciones que hacemos con nuestros brazos y que muchas veces salen del corazón.
Como un aprendizaje, soltar lo que duele y abrazar lo que nos reconforta el corazón. Así de simple.
Y es así, a veces la tele nos sorprende, y nos enseña... Casi sin querer.

Sudamericanas en Londres


Es nuestro primer viaje, a Lulú no le agrada la idea de ser una exiliada de los afectos, pero me fué fácil convencerla de hacer este viaje a Londres juntas.
Yo en cambio adoro la idea de ser ciudadana del mundo y mezclarme entre olores y sabores ajenos a los de mi terruño.
Londres nos recibió con el frío de una relación entre cuñadas.
Llegando a heathrow, Lulú ya estaba en pánico por la barrera idiomática. Le dije entonces: Relájate y pensá que sos divisa entrante y los que se tienen que esforzar en entenderte son ellos y no vos, tonta.
En mi interior sabía que era mentira, pero antes que pasar la estricta aduana británica con Lulú colapsada, preferí mentir. Mi inglés no es muy bueno, pero al ponerme en personaje siento que soy Agatha Cristie y no sé si me entienden o doy lástima, pero no me importa, en cambio el inglés de Lulú es peor, solo sabe el del del colegio secundario y el que está escrito en los potes de las cremas y los cosméticos anti-age.
Por suerte nos estaban esperando, ya que habíamos contratado un transfer al hotel, llegábamos de madrugada y la sola idea de pensar en dos mujeres sudamericanas, solteras y de estética particular solas en el aeropuerto, era terrible.
Solo teníamos cinco días para conocer la ciudad de Lewis Carroll, Lady Diana y de Jack el destripador. Solo cinco días ya que Lulú no pudo pedir más en su trabajo estatal y ya no le quedaban artículos para tomarse. Una pena pero le íbamos a sacar el jugo.
Al levantarnos por la mañana fuimos al British Museum a admirar lo que saquearon y la proporción en que lo hicieron, después caminamos por Russell square, Piccadilly Circus y cita obligada en Harrods.
Ahí Lulú enloqueció en la sala de cosméticos, rizadores de cabellos, pestañas postizas y fragancias inglesas. Yo en cambio preferí los dulces y las últimas colecciones de los mejores diseñadores de zapatos de Europa. Salimos hartas de tanto glamour y de tanto caminar los infinitos pasillos entre los escaparates.
Al otro día; Mercado de Nothing Hill, palacio de Buckingham, Victoria, Trafalgar Square y deambular por las calles como dos hienas, a las risotadas y marcando territorio. Después Saint Paul y todo lo que esta ciudad nos ofrecía.
Al tercer día de nuestra British experience, llegamos al hotel y fuimos directo a nuestra habitación del sexto piso, nos sacamos nuestros tapados, la ropa de abrigo y quedamos ahí, en bombacha y degustando un cigarro de la risa y un rico te. Tenía ganas de tomar un baño pero Lulú me entretuvo, gracias a dios, con el itinerario del día siguiente. Entonces empezó a sonar una alarma suave en el cuarto, pensamos que era la alarma del teléfono que habíamos estado investigando a la mañana, pero el ruido era cada vez más fuerte. Yo buscaba desesperada de donde venía y Lulú me lo aclaró; cruzada de piernas, llorando de la risa y con su taza de té en la mano: Paqui viene de ese aparato en el techo.
Yo colapsé, me quedé pálida, histérica. Lulú se está incendiando el hotel, le grité, tenemos que irnos. Corrí a la puerta salí al pasillo y vi que todos salían de sus cuartos hacia las escaleras, no sé que era peor, saber que estábamos en un hotel que ardía o que me hayan visto en bombacha en el corredor del hotel.
Entré al cuatro y le dije Lulú: agarrá tus cosas, vestite y salgamos. Ella se reía pensó que era una broma. Tomé mi bolso de mano metí el pasaporte , el pasaje de vuelta y las liras que teníamos, me puse unos jeans, las botas en las manos, una campera de abrigo y salí del cuarto.
Lulú me decía ¿te parece salir con campera? Le dije Corre y no seas boluda que nos prendemos fuego!!!!! Agarrá tus cosas más importantes y salí. Dale!!!!
Ambas nos fuimos por las escaleras de incendio, después de convencer a Lulú de no usar el ascensor, bajamos entre el maremágnum de personas los seis pisos y terminamos en la calle junto a los otros huéspedes del hotel a la intemperie de un Londres de 2 grados.
La gente murmuraba mientras se oía a lo lejos las sirenas de los bomberos. Más tranquila pero con la incertidumbre de lo que sucedería, busqué a Lulú entre la muchedumbre. Ahí estaba, sentada con su tapado animal print, su porta cosméticos y las bolsas de compras de Harrods en la mano. Al fin de cuentas era su tesoro más preciado.
Paqui Derma
Londres 1/27/10

miércoles, 20 de enero de 2010

ANTES DE PARTIR


Me queda poco, solo 47 horas, 15 minutos y algún segundo que pende del reloj. Me voy de vacaciones, estoy en el trabajo cerrando notas y papeles que seguro estarán a mi vuelta como siempre.
Me voy a inyectar sol, aire, playa, ciudad, VIDA.
Caminare despeinada sin maquillaje y si es posible en jogging y chanclas.
Basta de rimel, labial pastoso, uñas pintadas, pelo tirante y camisas blancas, basta de SER QUIEN NO SOY, basta de ser muñeca del sistema.
Me voy... Ligera de equipaje, abierta a quien sabe que horizontes, o a quien? confusa, alegre... me voy.
Ya no sonará al alba el tirano despertador, no maldeciré las ojeras frente al espejo, no esconderé mi angustia en el asiento raído de un tren atrasado, no correré como loca por Plaza San Martín ni me persignaré frente a la iglesia del Santísimo. Ya no será como antes porque me voy.
Solo 46 horas me separan de la felicidad, la calma, el sol, la VIDA. Basta de expedientes con olor a desodorante, basta de sellos sin sentido.
Solo 1104 minutos para salir de la crisálida de la monotonía. Espero ansiosa o calmada... no se... pero tomando un té y cerrando notas y papeles en mi oficina.
Son las 18. Hora de volver a casa en soledad, cierro todo, llamo el ascensor, saludo al guardia con su tintura lavada y salgo a la calle.
Me suelto el pelo. Me siento VIVA
Felices Vaciones Lulú!

lunes, 11 de enero de 2010

Besos de Película


Ella creía que no había más, que se habían acabado, que con el tiempo iba a ser difícil volver a vivir esos instantes para el recuerdo.
La última semana en Buenos Aires había sido agobiante, de calor, de sucesos, de sociales de fin de año y de todo ese cúmulo de cosas que uno deja para el 23 a la tarde.
Y llegó…ese último día en la ciudad antes de un nuevo año… y se fue a su lugar, a disfrutar de los suyos, a descansar, y buscar un pedazo de verde y un río donde mojar las patitas.
Ellos habían quedado en verse, sin mucha previsibilidad y organización, más que la de encontrarse a comer algo juntos y charlar un rato.
Este sería uno más de los pocos encuentros que habían tenido hasta el momento, pero fue distinto.
Terminaron de comer y cada uno se fue por su lado, él haciendo de guía, hasta que ella ubicara el camino que la llevaría a su destino.
Fueron juntos por un rato, la ruta era la misma… cruzando el peaje cada uno tomaría su rumbo definitivo. Y allí fue que sucedió.
Ella pasó primero y avanzando los primeros metros sintió el impulso de frenar y darle un último beso.
Dudó un poco, por esa necesidad de dudar nomás, por no saber si el otro quería lo mismo, pero hizo bien en frenar porque el quería lo mismo.
Y se bajaron de sus autos, y se abrazaron, y se dieron un besazo… pero un besazo en serio. Y llovía y eso lo hacía particularmente más besazo todavía.
Y así fue que ellos tuvieron su beso de película, su instante para el recuerdo… y ella ahora está contenta porque sabe que no se acabaron y que si hay más.
VIVAN LOS BESOS DE PELICULA!
http://www.youtube.com/watch?v=kVMsnT0AbRU&feature=related

Seducidas por la Brocha



Nunca se sintió asaltada y no pudo reaccionar.
A mi me pasa seguido cuando voy de compras a MAC, siento como desgastan el plástico de mi tarjeta AMEX...
De compras por la ciudad, ella comete el error de entrar a un local de MAC, los vendedores se le acercan como mosquitos ante sangre fresca, gentiles la saludan y la invitan a sentarse y hacerle una demostración de cómo se aplica el producto recomendado.
Y ahí, comienza la magia... Con suaves toques de brocha mágica, pinceladas de iluminadores, juegos de sombras de colores surrealistas y polvos volátiles, al cabo de unos minutos hacen de ella una diosa infernal,una nereida, una rosa.
Previa aplicación de once productos diferentes, de distintas texturas y diversas aplicaciones.
Indefensa, ante tanta belleza que refleja el espejo y con el autoestima sobrevaluado ella cierra los ojos y dice... los llevo... a todos. ¿tenés plan de cuotas?.
Cuando reacciona está firmando el cupón y la abrocharon con $ 600 pesos o más y lleva solo la mitad de lo que le pusieron en la cara.
Llega a su casa tratando de esconder la bolsa de las compras y le reza a la virgencita de Caacupe que no llegue el resumen.
No que no llegue! Justo ahora que las cosas con Julián están bien.
Pero lo que no reconoce es que nunca va a volver a ser la diosa que fue frente al espejo fraudulento del local de MAC, por más que haya prestado atención de cómo usar los productos nunca quedará igual.
Su espejo le devuelve una imagen diferente, ya no es más esa Nereida, es lo más parecido a una foto de ella, con brillos... pero no importa, está feliz y volverá a MAC todas las veces que su ego lo necesite.


A mi amiga M.E.T que se deja seducir por las brochas de MAC.

viernes, 8 de enero de 2010

Quien Recogerá mi Bombacha?


Estoy en casa pelando tomates y limpiando la rúcula, de fondo el televisor prendido balbuceando productos en oferta y promociones de verano.
El agua corre empapando mis manos que protegen a la hortaliza como el corazón desnudo de un ser querido.
Flash informativo...
Primicia...
Música de Crónica...
MURIO SANDRO!
Me quedé helada con el tomate entre las manos y el agua penetrando mis dedos, una lágrima baja por la mejilla y cae. Cierro la canilla, me seco las manos y me siento sin aire a ver la noticia.
Son las 20:40.
Suena el teléfono, atiendo y escucho el llanto de Lulú. Está deshecha, hundida en un mar de lágrimas, desesperada, desahuciada.....muy triste.
Parte de ella se fue con él, de niña lo admiraba,oía sus canciones y hasta llegó a tocarse pensando en él.
Trato de consolarla pero es inútil, no me escucha solo llora y es comprensible.
El era su amor, buscó en todos sus hombres algo del gitano, algo que le haga soñar que estaba en presencia de él: Un hombre de labios gruesos, mirada mora y pelvis seductora.
Alguien que le cantara desafinado al oído...Tus labios de Rubiiiiii
Lulú está secándose en vida de tanta lágrima, se ahoga de tanto amor que no le pudo dar, balbucea entre sollozos... respira hondo y me dice: Paqui me he quedado sola!
Quien recogerá mi bombacha ahora?

Entre Memos y Pan Dulce.


Las navidades traen a mi alma cierto dejo de melancolía.
Todos los años pasa igual: coordinar con la familia quien trae el pollo, quien hace la ensalada de frutas y quien el Pan Dulce.
En mi Caso se complica un poco más, surco los cuarenta y pico, vivo sola rodeada de gatos que dan a mi vida el amor que no me supo dar un hombre y tengo a cargo a dos tías solteronas de 75 y 78 años. Ambas sordas y de volados pájaros, todos ellos son mi familia.
Por eso me deprimen las fiestas... Porque a pesar de estar rodeada de animales y vetustas tías, estoy sola.
No me gusta el pan dulce, el anana fizz me da colitis y los últimos años me quedo dormida antes de las doce.

Hoy es lunes y al llegar a mi trabajo me entero via radio pasillo que trabajo el 24 hasta el mediodía.
Macri esta Loco????, pensé. Pero no le di importancia porque es radio pasillo. Llego a mi escritorio colmado de notas sin mandar y galletitas húmedas del viernes, prendo el televisor con la maquina de escribir que tengo por computadora, me entra un email donde confirman que según decreto se trabaja el día 24 y 31 hasta el mediodía.
La puta que los parió! ... Pretenden que me pase las navidades entre memos y pan dulce. Yo tengo una vida!!!!!

Si.
Tengo una vida, triste y solitaria, rodeada de gatos y Cds gastados de tanto soñar. Una vida cargada de esmalte de uñas y labial de avon como el que usa Susana Giménez.


Lulu La Vulva