martes, 9 de febrero de 2010

Sin Pretensiones


A veces pasa...Estás horas y días forzando una reacción, tratando de pensar de una manera para sentir de esa manera, y no te sale, por más voluntad, garra y tezón que le pongas, no te sale y sin embargo... a veces pasa.
Te levantas un día con el sonido de tu despestador mañanero y pensando, Ou nouuuuuuuuuuuuuu otro día más luchando con esta dicotomía!
Y de repente mientras te lavás los dientes te das cuenta que sucedió! Que aquello que venías deseando, a pura voluntad nomás, sucedió como por arte de magia.
Escribió mi amigo Cortázar en Rayuela (mentira no fue mi amigo, pero me hubiera encantado); "Esos pliegues de la vida, comprendés, esas inesperadas mostraciones de algo que uno no se había sospechado y que de golpe ponen todo en crisis. Tendrías que comprender"
Y ahí estás, mirándote al espejo, con la boca llena de espuma blanca Colgate y sintiendo distinto, y te cuesta acomodarte al esqueleto nuevo... pero dura unas horas nomás, a los sumo 3 o 4 o cinco.
Porque esa inesperada mostración de algo que uno no se había sospechado te hace estar tranquilo y más cómodo por supuesto... Porque pasó lo que tanto querías.
ESTAMOS MALDITAMENTE CONDENADOS A SER FELICES. (esto lo digo yo, no mi amigo de los sueños Cortázar)

VOLVIENDO


Luego de las merecidas vacaciones uno trata de recomponer su vida cotidiana, el levantarse a la mañana, preparar el desayuno, poner en funcionamiento el lavarropas y un sinfín de tareas cotidianas que en el lapso vacacional quedan suspendidos u olvidados.
Entre esos rituales cotidianos esta la dieta. La eterna dieta.
La primera del año. La mas costosa, ya que debemos eliminar los excesos de las fiestas y los caprichos de las vacaciones.
La primera dieta es tremenda!
Tomamos conciencia de hacerla cuando no nos entra el jean, los polleras o los pantalones de vestir; acostumbradas al pareo, las sandalias, la bikini y la ropa suelta... en fin a andar en bolas.
Decididas compramos ensaladas, tartas y todo cuanto figure con bajas calorías, dejamos de lado la pecadora gaseosa y nos hidratamos con el agua de quien sabe que manantial, la excusa es la desintoxicación, nuestra piel y volver a nuestor bendito 38.
En esa conversión a la vida diet nos vamos privando de manjares y sabores propios de las calorías, dejamos de lado los after office y las cenas con amigas. Sin saberlo nos vamos limitando no solo de los placeres de la gastronomía sino también de una vida social.
Al final nuestro humor va cambiando, sabemos a lechuga y todo por una maldita dieta.
Una dieta que empezamos el lunes y el jueves cancelamos porque nuestro candidato nos invita a cenar. Se justifica tanto sacrificio? Vale la pena esa letanía?
Propongo decirle NO!! a la dieta, nada de verduras hervidas, te verde y yogurt bajas calorías. Asumamos nuestro cuerpo, glorifiquemos nuestra imagen, no a semejanzas de esqueléticas sin talentos que nos imponen patrones de belleza.
Seamos mujeres íntegras, de buen comer y de mente sana. No nos enfermemos de belleza. No sacrifiquemos nuestra vida social por quedarnos encerradas comiendo semillas. Salgamos a la vida con el cuerpo que tengamos., liberadas de las putas dietas.
PAQUIDERMA.