Hace 6M (seis meses en la jerga kirchclarinista) que me fui... No me divirtió más escribir... o quien sabe.
Pero ahora, que me encuentro en el centro mismo de una explosión de cambios, volví a tener ganas de la verborragia bloggera.
Acabo de armar la primer caja de mi mudanza... SI, vuelvo a Córdoba.
Guardo libros en una caja y todavía no lo creo, lo escribo y todavía no lo creo.
Pienso que va a estar bien, encontré una casa divinísima.... con mucha luz y cocina con living todo junto! con eso es suficiente.... al menos hasta ver si estoy cómoda ahí. Y si no... ya se verá.
El último post fue sobre la certeza de que el 2012 iba a ser distinto a fuerza de caminar, de ir paso a paso y así fue... y así es, llegó el momento de mutar, de saltar, de caminar... y más vale que da un poco de cuchi, pero pensando que no es definitivo, el cuchi se achica.
Porque tal vez de eso se trate: DE QUE LOS CUCHIS SE ACHIQUEN, si al final la vida va más rápido que uno y se encarga de sorprendernos más allá de todas nuestras previsiones matemáticas.
Entonces, sin tristezas y habiendo soltado el espacio de confort me voy descuchizando para dar el salto.
Nada malo puede pasar... menos si me subo al vaivén de la vida tocando su misma melodía.
