1)Elija un disco de música tranquila, que le guste mucho y preferentemente instrumental.
2)Prenda un sahumerio, palo santo, hornito, sándalo o símiles.
3)Acuéstese sobre el suelo
4)Cierre los ojos y respire hondo, llenando los pulmones de aire y vaya largando el aire de a poco, sintiendo como el cuerpo se pega cada vez más al piso. (repetir 3 o 4 veces)
5)Elija un lugar en el que le gustaría estar, preferente al aire libre y quedese un rato por ahí, el tiempo necesario hasta sentir que el cuerpo se aquieta
6)De a poco comienze a recorrer su cuerpo con la conciencia, primero las piernas, despues la panza, los brazos, la garganta, la mandíbula la cabeza y por último el corazón... sintiendo como el cuerpo se va descontrayendo, una vez que esté con su conciencia puesta en el corazón... ahí vuelva a descansar un rato, tratando de escuchar los latidos, si lo logra quédese ahí todo el tiempo que sea posible.
7)Si se distrajo, o ya no quiere más, no vuelva a sentarse de una vez. Vaya haciendolo de a poco desandando el camino.
8) Si no pudo la primera vez, intentelo de nuevo, y si no pudo la segunda vez, entonces intentelo una tercera.
Esto que les conté es una experiencia personal, pero personalísima, igual pensé que tal vez compartiendola, alguno se anime a hacerlo y pueda disfrutar un rato de una sensación buenisima que nos conecta con el eje mismo de nuestro cuerpo, y nos regala un rato de bienestar y lúcidez para descubrir que no siempre lo queremos es lo que necesitamos.
Lo mejor de todo es que este rato de bienestar puede durar hasta 2 o 3 o cuatro días.
Les garantizo un 100% de efectividad, pero que quede claro, todo esto sin pretensiones de gurú.
2)Prenda un sahumerio, palo santo, hornito, sándalo o símiles.
3)Acuéstese sobre el suelo
4)Cierre los ojos y respire hondo, llenando los pulmones de aire y vaya largando el aire de a poco, sintiendo como el cuerpo se pega cada vez más al piso. (repetir 3 o 4 veces)
5)Elija un lugar en el que le gustaría estar, preferente al aire libre y quedese un rato por ahí, el tiempo necesario hasta sentir que el cuerpo se aquieta
6)De a poco comienze a recorrer su cuerpo con la conciencia, primero las piernas, despues la panza, los brazos, la garganta, la mandíbula la cabeza y por último el corazón... sintiendo como el cuerpo se va descontrayendo, una vez que esté con su conciencia puesta en el corazón... ahí vuelva a descansar un rato, tratando de escuchar los latidos, si lo logra quédese ahí todo el tiempo que sea posible.
7)Si se distrajo, o ya no quiere más, no vuelva a sentarse de una vez. Vaya haciendolo de a poco desandando el camino.
8) Si no pudo la primera vez, intentelo de nuevo, y si no pudo la segunda vez, entonces intentelo una tercera.
Esto que les conté es una experiencia personal, pero personalísima, igual pensé que tal vez compartiendola, alguno se anime a hacerlo y pueda disfrutar un rato de una sensación buenisima que nos conecta con el eje mismo de nuestro cuerpo, y nos regala un rato de bienestar y lúcidez para descubrir que no siempre lo queremos es lo que necesitamos.
Lo mejor de todo es que este rato de bienestar puede durar hasta 2 o 3 o cuatro días.
Les garantizo un 100% de efectividad, pero que quede claro, todo esto sin pretensiones de gurú.
2 comentarios:
Negrese, qué linda receta. Sólo tengo miedo que mi corazón me grite!
Espero el post comunitario. Mejor dicho, lo espera Palabrápolis.
Beso grande.
Funcionaaaaaaaa 100% de verdad !!!
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